Desbarataron un taller clandestino donde vendían, alquilaban y reparaban armas de fuego ilegales
La Policía realizó dos allanamientos y secuestró revólveres, escopetas, rifles y cartuchos de diferentes calibres. No hay detenidos.
La Policía realizó dos allanamientos en la ciudad de San Luis y secuestró decenas de armas de fuego. En uno de los procedimientos, funcionaba un taller clandestino donde las vendían, alquilaban y reparaban. Eran ilegales y las usaban para cometer diferentes ilícitos.
El fiscal de Instrucción N°2, Ricardo Barbeito explicó a El Chorrillero que la causa había surgido del Departamento de Investigaciones. Los efectivos realizaron diversas tareas en ese marco y el juez de Garantía, Juan Manuel Montiveros Chada ordenó los procedimientos.
Uno de ellos fue en el barrio 153 Viviendas, donde encontraron una importante cantidad de armas. El otro en el Juan Gilberto Funes, donde se estableció que vivió un hombre que había amenazado con arma de fuego a otro.
Barbeito aclaró que “no están involucradas en algún hecho particular” y que por el momento no hay detenidos en la causa.
Secuestraron un revólver marca Pasper de siete alveolos junto a dos cartuchos sin percutar y dos de calibre 22; un rifle tipo carabina calibre 22 largo con cargador; una escopeta recortada calibre 28; una pistola de salva; una pistola de aire comprimido; cinco rifles calibre 22 largos; dos rifles calibre 22 largo con mira telescópica; y un rifle (sin número de serie y marca).
Además había una escopeta sin número de serie y marca, de la cual no lograron establecer el calibre. Y un rifle de aire comprimido calibre 5.5; un revólver calibre 38 corto; un revólver calibre 22 largo (sin marca visible en desuso con el faltante de partes); un revólver calibre 22 corto; un revólver 22 largo; un revólver 38 corto; un revólver 38 corto (sin marca visible con faltante de piezas); tres pistolas semiautomáticas con el faltante de piezas; 17 tubos cañón de diferente calibre; tres tubo cañón con mecanismo de disparo; siete culatas de material de madera; tres culatas de material similar a plástico; ocho cargadores de material de hierro de distintos calibres a reparar; un rifle de aire comprimido calibre 5.5 mm, mecanismo tiro a tiro; 37 municiones calibre 44; siete municiones de fogueo; 13 cartuchos calibre 765 y calibre 308 tipo fusil; y 16 municiones.
Todo el armamento quedó a disposición de la Fiscalía.